Y tú ¿ya maduraste?

Cuántas veces nos ha dicho la frase “deberías madurar” o “es hora de que madurez”, pero lo más irónico, es que muchas veces quienes nos lo dicen, no están ni cerca de alcanzar la madurez o por lo menos saber el significado de esa palabra.

Crecer es algo inevitable, es parte de la vida y nos guste o no, sucederá. Por ello lo mejor es aceptar esa etapa y empezar a adquirir ciertas conductas que nos ayuden a disfrutar esa transición.

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Alcanzar la madurez podría ser algo provechoso, además, queremos aclararte que con la madurez no tienes que cambiar todos tus gustos, deseos e ilusiones, más bien, se trata de enfocarte en lo importante.

La madurez puede darse poco a poco, por ello te presentamos algunos indicadores o pasos que te conducirán a ella y por ende a una vida fructífera.

1. Tener una tarjeta y no tener deudas

Cualquiera te dirá que conseguir una tarjeta de crédito es un paso en tu “madurez financiera”, pero la verdadera madurez no está en conseguirla, sino en saber usarla sabiamente y no permitir que las deudas te consuman.

2. Dejar de pensar sólo en ti

Cuando te das cuenta que el mundo no gira a tu alrededor y que nunca lo hará, ahí es cuando empiezas a pensar como una persona madura.

Al alcanzar la madurez te conviertes en una persona que sabe identificar lo importante de los demás y aunque difieran de tus ideas, eres capaz de a preciar lo bueno que te pueden ofrecer.

3. Comprometerte de verdad con alguien:

Algo que muestra madurez, es aceptar un compromiso, es decir, tener una relación en la cual busques un crecimiento en pareja y donde prefieras solucionar los problemas que se presentan, en vez de hacerlos más grandes.

Estar segura de que puedes confiar en alguien más, y que quieres una felicidad mutua, son algunas maneras de reflejar madurez.

4. Pensar en el futuro:

Se puede decir que has alcanzado la madurez, cuando esperas tener un mejor mañana.

Empezar a experimentar el deseo de querer ir por más, de conseguir cosas más importantes y de mayor valor, son señales de que la madurez empieza a tocar tu puerta. Este impulso debes aprovecharlo para lograr tus metas.

5. Pequeños riesgos:

Tomar riesgos no tiene que ver con aventarte en paracaídas desde un avión. Más bien, nos referimos a salir tu zona de confort y desafiar lo que los demás dicen que no puedes lograr. Escoge los riesgos que desees tomar y vívelos como la hazaña de tu vida.

6. Reconocer tus errores:

Dejar de culpar a los demás de lo que te pasa, es un signo más de que has madurado. Debes recordar que la mayoría de las cosas que nos pasan tienen que ver con lo que decidimos o dejamos de hacer.

Cosas como posponer tu ahorro, gastarte la quincena en un día, son pequeñas opciones que recaen en cada una de nosotras y en nadie más.

7. Pensar:

No hay mejor indicativo de madurez que analizar a conciencia nuestras decisiones.

Cuando aún no tenemos la madurez necesaria dejamos que nuestras emociones decidan por nosotros, sin embargo, cuando ha llegado a nuestra vida, somos capaces de tomarnos el tiempo adecuado para elegir qué es lo mejor para nosotras y nuestro futuro.

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