En nuestro estómago e intestinos existen millones de bacterias a las que se les denominan como microbiotas.
Algunos de los alimentos que ingerimos -y que a su vez, alimentan a éstas– afectan de forma directa nuestra salud y favorecen el aumento de poblaciones microbianas asociadas a la obesidad.
Existen alimentos poco saludables para nuestro estómago, que debemos controlar su ingesta para que nuestro estómago -y la microbiota- se encuentren en un ambiente favorable y saludable. Para lograrlo puedes limitar o reducir de tu dieta los siguientes alimentos:
Grasas saturadas:
Los alimentos precocinados y la mayoría de los envasados las incluyen; también los aceites de palma y coco.
Para compensar su consumo, bebe yogurth regularmente, además esto te ayudará a mejorar la flora intestinal.
Ojo, no tienes que dejar de consumirlas del todo si deseas, una vez ocasionalmente no hace ningún daño.
Helados:
Sí, también a nosotras nos puso triste saberlo. Afortunadamente, esto solo se limita a los helados industriales, no a los naturales que encontramos en algunas heladerías
¿Pero por qué son malos?
Porque para estos productos se utilizan aditivos que se emplean en la fabricación industrial para dar una textura cremosa a un alimento que contiene grasa, lo que afecta directamente a las bacterias que habitan en nuestro estómago. Además se ha comprobado que pueden favorecer el desarrollo de cáncer.
Endulzantes artificiales:
Esos que incluyen los productos dietéticos como el aspartamo, que es el producto más común para sustituir al azúcar. Estos pueden alterar la resistencia a la insulina –lo que favorece a la aparición de diabetes.
Por su parte la sucralosa, aumenta el pH de las heces, lo que puede dificultar la absorción de algunos medicamentos tomados por vía oral.
Otros daños que nos pueden causar estos alimentos son enfermedades inflamatorias intestinales y algún tipo de cáncer, así como trastornos inmunológicos. Conttrolar nuestro consumo ayudará a cuidar de nuestra salud y peso.