¿Cómo es que la repostería sigue tan vigente y por qué puede servirte aprenderla?

En el último año y medio, a pesar de todos los cambios que nuestras vidas y consumos han tenido, no cesan de surgir cursos de repostería ni emprendimientos de este arte culinario, así como también es muy común ver en redes sociales a personas enseñando o explicando maneras innovadoras de preparar dulces o pasteles.

Entonces, ¿cómo es que tantos rubros han visto sus cimientos temblar en el último año y medio, pero esta especialización de la gastronomía sigue tan activa y sumando adeptos día a día?

No sólo tiene muchos atractivos, sino que tiene muchas ventajas que pueden ser subestimadas, y por eso hoy le daremos su merecido espacio. Y si quedas con ansias de saber más, aprende repostería desde cero con Baking Day y haz que tus platos dulces sean siempre lo que más resalte en fiestas o reuniones.

No requiere mucho para poder hacerse bien

Con esto no queremos decir que sea algo fácil, o que se pueda aspirar a hacer arte repostero o piezas dulces que sean dignas de la realeza sin tener formación alguna, sino que es una actividad para la que no hacen falta materiales muy sofisticados o necesariamente caros.

Es muy común tener un vaso medidor en la casa, así como tener un horno (a gas o eléctrico) para cocinar cualquier tipo de comidas, al mismo tiempo que para mezclar y armar los preparados no hace falta tener un tipo de bowl específico ni utensilios de cocina de primera línea.

¿Cómo es que la repostería sigue tan vigente y por qué puede servirte aprenderla?

Esto es uno de sus grandes atractivos, ya que no implica que se deba disponer de una cocina de restaurante con estrellas Michelin para poder comenzar a practicar y hacer postres y pasteles.

Por eso, ya sea con elementos que tengas a mano, más lo que desees comprar en algún bazar o mercado para tener, por ejemplo, una balanza o un recipiente con forma de budín o de muffins para hornear cosas específicas, es muy sencillo dar tus primeros pasos.

Todo el mundo puede hacerlo

Citando la icónica frase de la película de Pixar, Ratatouille, “cualquiera puede cocinar”. Esto va en sintonía con el subtítulo anterior, ya que no sólo que no requiere de materiales muy sofisticados ni inaccesibles, sino que además no hay ningún limitante físico que pueda evitar que practiques y aprendas repostería.

Lógicamente, tampoco es inteligente dejar que un niño cocine algo por su propia cuenta sin supervisión adulta, no sólo para que pueda cumplir con la receta o con los pasos a seguir, sino para su integridad no esté en peligro.

Pero sí es cierto que si tienes la curiosidad, interés, o incluso vocación, nada puede detenerte a la hora de comenzar tu carrera en esta actividad que no sólo es bellísima como hobby, sino que también es todo un arte y que la carrera profesional abre puertas a nivel nacional e internacional.

Es una salida laboral con mucha demanda

Pocas cosas se disfrutan tanto como probar y comer delicias dulces, y sobre todo si están hechas a mano, bien caseras, con algún toque distintivo que haga que queramos repetir porciones sin parar.

Y así como la pandemia trabó algunos rubros o dificultó traslados, por otro lado las celebraciones, cumpleaños, graduaciones o simples gestos de cariño no se detuvieron, y festejar con cosas dulces en la mesa, o incluso darlo como regalo, es una opción siempre elegida.

Esa es la razón por la que en distintos municipios y regiones del país, como por ejemplo Hermosillo, se notó un gran incremento en la demanda de comidas dulces y pasteles, aún en el punto más crítico de las restricciones por el Covid-19.

Además, como se habló anteriormente sobre la repostería como una actividad que no requiere necesariamente materiales específicos o de lujo, resulta en una opción muy a mano y práctica para poder sumar un ingreso más a cualquier hogar.

Con tan sólo buscar en Google o en redes sociales podrás ver muchas historias de profesionales, jóvenes y adultos mayores que por hacerlo como pasatiempo o por necesidad urgente de una entrada extra de dinero, vieron en la venta repostera una buena oportunidad de remuneración.

Y no resulta menor el hecho que una buena formación y experiencia en gastronomía, pastelería y repostería pueden abrir puertas a restaurantes y otro tipo de establecimientos de zonas turísticas o de ciudades muy pobladas, así como en centros de turismo de otros países, sobre todo en temporada alta.

Por lo que no sólo puede ser una alternativa a corto/mediano plazo, sino que es una prestigiosa y hermosa carrera con futuro en la región y en el resto del mundo.

La repostería como pasatiempo

El último año y medio no fue fácil tener que estar pensando qué comidas preparar, o qué alternativas generar a la hora de pensar en qué cocinar. Estar tantos días dentro de nuestros hogares es desgastante, y puede ocurrir muy rápido el hecho de quedarse sin ideas ni opciones para pensar nuevos platos o postres.

A partir de esto, la repostería fue la respuesta para estos casos, porque ayuda a encontrar inspiración y reemplazos a comidas que hacíamos muy seguido en nuestras casas, al mismo tiempo que sirve para hacer cosas más sanas, o incluso que respondan a necesidades de salud (por ejemplo, ser celíaco o diabético) o de elecciones personales (veganismo o vegetarianismo).

Asimismo, bien sabido es de las propiedades terapéuticas que tiene cocinar, que requiere total atención y es a la vez en pos de un producto final que satisface el placer de comer (nosotros o alguien más), por lo que los cursos de repostería no sólo amplían nuestro abanico de posibilidades gastronómicas, sino también ayudan a nuestro bienestar.

Y esto ocurre no sólo aquí en México, sino en otras partes del mundo, como en España, por ejemplo, donde la demanda de materiales para hacer comidas dulces vio un pico en sus compras, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Pesca.

¿Cómo es que la repostería sigue tan vigente y por qué puede servirte aprenderla?

Con práctica, se mejora notablemente rápido

Es innegable que le ocurre hasta a los mejores chefs y pasteleros la triste experiencia de estropear un pastel, cocinar de más unas galletas o quedar en falta o de sobra de algún ingrediente a la hora de hacer dulces.

Pero esto no debe razón de desmotivación, ya que quien se haya dedicado a cualquier rama de la gastronomía puede dar fe que los avances que da el aprendizaje a partir de la propia experiencia son muy significativos, sobre todo en los comienzos, cuando se incorporan muchos conocimientos y conceptos fundamentales de la repostería.

Más no creas que esto significa que es algo fácil, o que no cometerás errores como mencionamos anteriormente, pero cuanto más lo hagas, más rápido y mejor te saldrán las comidas, y eso te dará más confianza para experimentar con más o nuevos ingredientes, o de animarte a aprender nuevos postres para preparar.

Ya sea que apuntes a hacerlo de forma autodidacta, que quieras tomar cursos de repostería, o que busques iniciar tu carrera formativa en un instituto o academia de gastronomía, todo lo que este arte culinario tiene para ofrecer no son más que ventajas y placeres.

Y más allá de lo laboral, de la proyección personal, del bienestar mental y de la adquisición de un nuevo pasatiempo, nada se iguala con preparar y servir algo dulce y sentir que ese delicioso sabor y aroma fue hecho con cariño y con tus propias manos.