El desorden en la casa puede generar fatiga y cansancio

 

El desorden en la casa puede afectar más de lo que uno cree, pues se ha descubierto que un ambiente caótico y poco confortable agota anímicamente.

Según, el Instituto de Neurociencia de Princeton, las personas que viven en una casa poco organizada suelen presentar síntomas de fatiga y cansancio además de hacer que se disminuya la concentración.

En contraste, quienes están en espacios ordenados tienden a estar más tranquilos y contentos.

 

Un método de antiestrés

El desorden en la casa puede generar fatiga y cansancio.
Imagen de: La Vanguardia

La limpieza del hogar suele verse como una obligación, sin embargo los expertos recomiendan un cambio de mentalidad, considerando ese proceso de limpiar y ordenar la casa en un método para desconectarse y desintoxicarse.

Transformar la acción de limpiar en una terapia antiestrés, a través de la cual además de organizar nuestro hogar también nos sirva para eliminar todo aquello que sobra o no nos hace felices.

Los expertos mencionan que, cuando empecemos a ver la limpieza y organización del hogar como algo para nuestro beneficio, está tarea ira convirtiéndose en un proceso satisfactorio.

 

Agenda de limpieza

El desorden en la casa puede generar fatiga y cansancio.
Imagen de: hch.tv

Hay que ser realistas, son tantas las tareas de limpieza en todo el hogar que es imposible hacerlo todo en un día, por ello, se propone la implementación de una agenda de limpieza.

En ella deberás anotar las tareas diarias, semanales, mensuales, bimestrales para así poder organizar mejor tu tiempo y las actividades a realizar.

Sin embargo, la clave de la agenda de limpieza, es que a diario se realicen pequeñas tareas que en realidad no quiten demasiado tiempo.

Para la funcionalidad de la agenda, podemos realizar las tareas en el transcurso de la mañana o tarde, aquí unas recomendaciones:

– Hacer las camas

Es más fácil si lo hacemos al despertar, porque más tarde al distraernos con otras actividades, nos podría dar pereza.

 

– Barrer o aspirar

Es inevitable la presencia de polvo, pelusa y migajas en el comedor, pero si se retira todos los días, será más fácil eliminarlo.

Si deseas que tu casa luzcaaún más pulida, será necesario trapear, pero si has barrido todos los días, esta actividad será más fácil.

 

– Lavar trastes después de cada comida

Es mejor hacerlo al terminar de comer, así evitaremos que se acumulen. De ser posible, hay que guardarlos en su lugar cuando estén secos.

 

– Sacar la basura

Verifica el calendario de recolección de basura para que tires los orgánicos o inorgánicos según corresponda. Mantente pendiente para que no te quedes con la basura.

 

– Limpiar el cuarto de baño

Desinfecta y limpia de una a dos veces por semana, así evitarás que olores y suciedad se acumulen.

Otro buen tip es que antes de que finalice el día, dale una pasada con trapo al lavabo, inodoro y espejo, para que no se acumule el sarro y suciedad.

 

– Lavar ropa

Según tus actividades, podrías dividir la ropa y lavar según el día. Por ejemplo: lunes, blancos; martes, color; miércoles, libre; jueves, negros; viernes, sábanas; sábado y domingo, libre.

Si no cuentas con tiempo suficiente de lunes a viernes, elige dos días a la semana para hacerlo.

Para que sea más funcional, una parte de lo que vas a lavar que sea lo que te urge, y la otra parte, que sea la ropa que no necesitas tanto, de ese modo podrás tener todo limpio.

Cuando esté seca la ropa, guárdala, no lo dejes como un pendiente para el fin de semana, pues no resulta divertido invertirlo en limpiar la casa.

 

– Cambiar sábanas y toallas

Para evitar futuros problemas como ácaros, acné u otras infecciones en la piel debes incluir en tus tareas semanales el cambio de sábanas y toallas.

Asimismo puedes aprovechar para desechar las que ya no te sirvan. Actualmente hay varias tiendas con buenos precios que te ayudarán a renovarlas.

 

– Guardar ropa

Si eres de las que vas apilando las chamarras o suéteres de cada día, será mejor que empieces a dejar ese hábito y lo cambies por uno más efectivo. Cada prenda que uses cuélgala al llegar a casa; coloca en la ropa sucia la que lo esté y guarda la que volverás a usar.

 

– Revisa el refrigerador

Elige un día de la semana y revisa que si puedes seguir consumiendo y que no; si tienes algún resto de comida que ya va por el tercer o cuarto día sin consumirlo es mejor sacarlo, y lavar los trastes que lo contenían.

También revisa las verduras y frutas, así como las carnes frías y los congelados; así sabrás con que realmente cuentas y evitarás comprar nuevamente.

 

– Riega las plantas

Arregla tu espacio verde y ponlo bonito; esta labor puede ser tu futuro proyecto de decoración que además te ayudará a distraerte.

 

– Limpieza profunda de la cocina

La cocina es uno de los lugares en donde más microbios podemos acumular, por ello es muy importante limpiar bien.

Desinfecta y, si es necesario, reorganiza las alacenas; limpia a detalle la estufa y el horno de microondas también. Lava a conciencia cada espacio para evitar la acumulación de grasas y olores.

La limpieza de la cocina es arduo por ello no te debes estresarte, dedícale de uno a dos días a la semana, así no te costará demasiado trabajo ni invertirás mucho tiempo.

 

– Limpia la lavadora y el lavavajillas

Coloca una pastilla antical para evitar que se estropeen y ensucien tus aparatos.

Organizando tu agenda de limpieza a tus tiempos, necesidades y prioridades, podrás hacer una limpieza profunda de todas las áreas de tu casa.

Y sí, te tomará tiempo, pero si logras verlo como un lapso para hacer más confortable y amena la estancia en tu hogar, empezarás a notar que limpiar tu casa es más fácil y conlleva cosas positivas.

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