Los cinco mitos más falsos acerca de la carne roja

 

La carne roja es un alimento que, desde hace mucho tiempo y de acuerdo a diversos especialistas alrededor del mundo, no debería de ingerirse en grandes cantidades, ya que su consumo en exceso puede traer enfermedades y complicaciones para nuestra salud.

Sin embargo, así como hay quienes apoyan esta teoría, también se han realizado estudios e investigaciones que demuestran lo contrario. Te presentamos los cinco mitos más falsos acerca de la carne roja y toda la información que necesitas saber sobre dicho alimento.

1. No es saludable 

En octubre de 2015 la OMS clasificó la ingesta de carne roja como un posible causante de carcinomas para los humanos, ya que aumenta el riesgo de sufrir cáncer de colón, de páncreas y de próstata.

Sin embargo, también es importante aclarar que la mayoría de las contraindicaciones del consumo de carne roja se centran principalmente en las carnes que se encuentran demasiado procesadas. No es que la carne roja sea mala, pero sí lo es su consumo en exceso, así como su inadecuado procesamiento.

Este tipo de carne se dice que es más dañina que la carne blanca.-Foto de salud180

2. La carne blanca es más sana 

La división entre carnes blancas y rojas se debe a la presencia de una sustancia llamada mioglobina, que es la encargada de dar el color rojo característico de algunos músculos ricos en hierro. Es por esta proteína, con capacidades oxidentes e inflamatorias, por lo que se piensa que la carne blanca es más saludable, ya que contiene menos cantidad que la carne roja.

Sin embargo, las carnes blancas no son tan buenas como pueden parecer, ya que un estudio de Oxford publicado en junio de 2019 demostró la relación similar que tenía la carne blanca con el aumento en los niveles de colesterol, justo igual que la carne roja.

3. La proteína de la carne es necesaria para la salud

Mitos sobre la carne roja.-Foto de prosalud

El auge de las dietas basadas en proteínas vegetales nos ha traído innumerables alternativas a la carne, desde legurmbres hasta frutos secos, pasando por sustitutos como el seitán o el tofu.

Algunos estudios, como el realizado por la Fundación Española de Nutrición, indican que en nuestro país, España, la ingesta de proteínas está muy por encima de los límites superiores recomendados. Es decir, podríamos vivir con un consumo mucho inferior de carne, sin que ello implicara un déficit de proteínas.

4. Todo lo “natural” es mejor

Los consumidores somos, a día de hoy, mucho más críticos que nunca. Toda la información que aporta Internet, además de las innumerables apps y fuentes de divulgación científica, nos permiten saber qué compone cada uno de los preparados que encontramos en las grandes superficies. Precisamente por esto, no debemos dejarnos engañar por etiquetas en las que ponga “todo natural” o “sin añadidos”, ya que ello no implica que sea más sano.

Mitos sobre la carne roja.-Foto de larazón.es

5. Es la causa de muchas enfermedades

Como ya hemos explicado con anterioridad, existen muchas eminencias que culpan a la carne de ciertas enfermedades, como el cáncer. Sin embargo, cabe destacar que no existe una relación directa entre el consumo moderado de carne con la aparición de ciertas enfermedades como la diabetes tipo B o los accidentes cardiovasculares.

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