El tener antojo de unos deliciosos tacos con salsa roja o verde, o de unas enchiladas y hasta de unos esquites, es totalmente normal, sobretodo para aque
llos que somos verdaderos amantes de lo picante.
Este ingrediente es parte de la cultura de varios países en el mundo y uno de ellos es nuestro México, en donde se le agrega chile a la comida para que sepa mejor. Incluso hay personas que comen botanas picantes acompañadas de salsa brava.
Comer salsa picante ¿ayuda a prevenir el cáncer?
Por otra parte, también existen las personas a las que no les gusta y es muy común que cuando no lo toleran digan frases como: “no comas tanto chile, le puede caer mal a tu estómago”, pero esto puede ser un error, y en este momento descubrirás por qué.
Un estudio publicado en British Medical Journal explica que las salsas picantes contienen capsaicina. Este ingrediente activo tiene propiedades antioxidantes,
antiinflamatorias y que contribuyen a la prevención del cáncer.
De acuerdo con varios especialistas e investigadores de dicho estudio, la capsaicina reduce el crecimiento de las células cancerígenas considerablemente.
Si bien aún no se sabe a ciencia cierta qué es lo que produce esto, se tiene la hipótesis de que esta sustancia desencadena algo llamado apoptosis, que es una especie de purga celular que provoca la rotación de las células, es decir, las que tienen algún tipo de mutaciones son sustituidas por células nuevas.
La capsaicina es una molécula soluble en grasa, explican los autores. Si se acompaña con aceite o grasa animal el cuerpo la puede absorber más rápido que si se empareja con vegetales crudos.
Así que ya lo sabes, puedes echarle toda la salsa que quieras a tus tacos o comidas sin remordimiento alguno. Pero eso sí, debes de tomar en cuenta que no es conveniente que tenga mucha sal ni tenga azucares añadidos.