El Síndrome de la Impostora: Descubre cómo nos afecta

En algún momento de nuestras vidas, todas hemos padecido el “Síndrome de la Impostora”.

¿De que se trata el “Síndrome de la Impostora”?

Es la falta de confianza o autoestima para desempeñar un puesto o trabajo en espacios tradicionalmente masculinos. Como consecuencia, nos exijamos más y tenemos la necesidad de trabajar -mucho más- para obtener el reconocimiento de los demás.

Síndrome de la mujer impostora (1)

Según los especialistas

Jose A. M. Vela, especialista en estudios Interdisciplinares de Género de la UAM, dice: “El Síndrome de la Impostora, responde a esta autopercepción por la cual una persona se ven menos cualificada que sus compañeros para un puesto o cargo.

Entre los factores que influyen en este se encuentran, una baja autoestima o una excesiva auto-exigencia”.

El experto explica que esto se debe a un problema social, debido a que hombres y mujeres son educados en roles distintos y en valores distintos, creando el caldo de cultivo perfecto para que las mujeres sientan de forma masiva el “Síndrome de la impostora”.

Entre sus consecuencias, se encuentran la creencia de falta de capacidades, lo que a su vez aumenta el esfuerzo o las horas de trabajo, y si el resultado no siempre es positivo.

Quien lo padece lo atribuirá a un “esfuerzo extra” y no a su capacidad, por lo que el síndrome se refuerza y puede afectar su salud y su percepción.

Síndrome de la mujer impostora

¿Cómo se origina?

Se trata más bien de una serie de condicionantes que se van interiorizando a lo largo de la vida de la mujer.

Coral Herrera, experta en Género y Comunicación, señala que “nuestra cultura patriarcal nos enseña que las habilidades femeninas no tienen tanta importancia como las masculinas.

El ‘Síndrome de la impostora’ tiene mucho que ver con esta idea de que “los hombres lo hacen todo mejor.”

síndrome de la mujer impostora (2)

¿Cómo se trabaja?

La idea del “Síndrome de la impostora” no es una cuestión de mujeres, sino una que tiene que ver con los los estereotipos de género.

Cuando se afronta de manera individual, puede darse un síndrome diferente, que se conoce como “síndrome de abeja reina”.

Y básicamente, es cuando se piensa que si lo has logrado es porque eres excepcional, pero que el resto de mujeres no podría. Por lo que lo ideal es acabar con esto de manera colectiva. ¿Cómo? Creando conciencia entre las mujeres.

Sin embargo, las consecuencias afectan de manera individual ya que cuando no sabemos manejar estos problemas de autopercepción, autorrealizamiento y perfeccionismo, tendemos a manifestar esa angustia en algo palpable como por ejemplo en malestares físicos como cólicos, migrañas, dolor muscular, insomnio, entre otras cosas.

Síndrome de la mujer impostora (3)

Para trabajar en esto, los especialistas recomiendan: “comparar tu autoevaluación con las opiniones que terceras personas de tu entorno emiten sobre ti.

Después pregúntate si coinciden con tu manera de visualizarte.” También es importante “darte la oportunidad de competir y no dar algo por perdido antes de empezar.

Además, es importante compartir tus temores y aceptar las felicitaciones y los elogios”, ya que de esta manera sentirás que realmente mereces el éxito que tienes.