Síndrome del “Corazón Roto” y sus consecuencias a la salud

¿Se puede morir o enfermar uno a causa de la tristeza? Al parecer, esta pregunta deja de ser un mito para convertirse en una realidad, ya que un equipo de investigadores médicos de la Universidad de Aberdeen se ha dedicado a estudiar el famoso Síndrome del Corazón Roto y ha llegado a una conclusión: los desamores traumáticos pueden dejar consecuencias físicas irreparables.

El Síndrome del “Corazón Roto”

Se estudió durante más de 4 meses a poco más de 50 pacientes entre un rango de edad que va desde los 28 y 87 años, todos ellos en algún momento de su vida habían tenido este padecimiento, cuyo término científico es el “Síndrome takotsubo”.

Esta condición, se utilizó por primera vez en el año de 1990 y se da cuando el músculo del corazón es sorprendido de manera repentina. Esto sucede en la mayoría de los casos cuando la persona está enfrentándose a una situación de estrés emocional o físico bastante intensos, lo que provoca que el ventrículo izquierdo cambie de forma.

síndrome del corazón roto (2)

¿Se puede recuperar quién lo padece?

Según el estudio, los corazones de los pacientes que sirvieron como objeto de estudio, mostraron una especie de cicatrices, lo que puede indicar que existe una recuperación,

Sin embargo a pesar de eso, sanar completamente puede requerir mucho más tiempo o puede no suceder, por lo que se requiere encontrar nuevos tratamientos que sean más efectivos para quienes lo padecen.

Otra conclusión a la que llegó el equipo de especialistas es, que el Síndrome del Corazón Roto afecta de manera permanente la capacidad del corazón al momento de bombear sangre, debido a que retrasa el movimiento de la diástole.

síndrome del corazón roto (3)

Entonces, ¿Se puede morir de desamor?

Sí, aunque es un porcentaje bajo, las estadísticas muestran que entre el 3 % y el 17 % de los pacientes que padecen este síndrome mueren a los 5 años después de que son diagnosticados. De estos, aproximadamente el 90 % son mujeres y su deceso a menudo está relacionado con la muerte repentina de un ser querido.

En otros casos, el ventrículo izquierdo vuelve a la normalidad en unos días, semanas o meses.

Generalmente, para diagnosticar y darle seguimiento a este padecimiento se realizan ecocardiogramas periódicos y en algunos casos, se aplica algún tratamiento adicional.