Siempre se recomienda adaptarse a un presupuesto para controlar mejor los gastos, sin embargo, para muchos llevar en orden las cuentas resulta un verdadero dolor de cabeza.
Además muchas veces consideramos que ningún presupuesto se adapta a nuestras necesidades y esto sucede porque no estamos usando una estrategia adecuada para elegir el adecuado para nosotros.
A continuación te hablaremos de los tipos de presupuestos que hay y cómo escoger el que más se adapte a tus necesidades.
Tipos de presupuestos
Presupuesto tradicional
Imagen de: The Mirror
El clásico y que todos conocemos, en donde se deben restar los gastos a los ingresos.
Además en este tipo de presupuesto debes tomar en cuenta todos los ingresos, tanto salario fijo como otros ingresos por comisiones o trabajos extras. En los egresos considera todos los gastos fijos mensuales y los gastos diarios.
Los gastos fijos serían los servicios básicos, tarjeta de crédito, transporte, supermercado, etc (los elementales para subsistir).
Para los gastos diarios, como esa compras de café o dulces en el trabajo, deberás llevar un control de los gastos cotidianos los días laborales y multiplicarlos por los 22 días de trabajo al mes.
Con esto podrás tener un aproximado sobre estos gastos al mes, y así poder contemplarlos en tu presupuesto.
¿Cómo aplicarlo?
Para establecer tu presupuesto mensual sólo debes restar del total de los ingresos los gastos fijos y luego ir restando los gastos diarios.
En caso de que los números no te den, debes eliminar varios de estos últimos. También es recomendable incluir un porcentaje de ahorros en tu presupuesto según tus posibilidades.
La ventaja de este tipo de presupuesto es que te permite llevar el control de los gastos uno a uno para establecer un límite mensual que no te permita gastar de más.
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Presupuesto base cero
Imagen de: nersasl
Un presupuesto cero el que te obliga a asignar cada peso de tus ingresos para un gasto (o ahorro), por lo que su uso te dará el control total sobre cada peso que gastas.
El uso de un presupuesto de base cero te permite gastar los ingresos del mes en papel antes que en la vida real, favoreciendo así la planificación financiera.
Por ejemplo, si recibes un bono o gastas menos de lo previsto durante el mes, puedes redirigir fácilmente el dinero donde realmente quieres en lugar de dejar que se disipe a través del gasto no planificado.
Base flexible
Este tipo de presupuesto es parecido al tradicional, pero con la diferencia de que te permite adaptarlo mes a mes reduciendo algunos gastos, que pueden ser desde salidas con amistades o familia, el consumo de algún servicio o la disminución de unos cuantos “gastos hormiga” .
Anti-presupuesto
Imagen de: Telemundo
Los expertos lo consideran como la solución para las personas que no pueden lidiar con presupuestos tradicionales, sin embargo, puede parecer una estrategia, un tanto radical.
Básicamente consiste en calcular la cantidad fija que necesitas para cubrir tus gastos al mes y gastar el resto sin preocupaciones.
Además se aconseja incluir en este tipo de presupuesto un porcentaje de ahorro.
¿Cómo hacer un presupuesto?
Es bastante sencillo aun cuando no seas experto en finanzas; lo único que necesitas para la elaboración de un presupuesto es seguir algunos puntos (que te explicamos anteriormente), pero sobre todo tener disciplina y respetar tu presupuesto sin salirte de él.
No importa la edad que tengas o cuál sea tu situación financiera, si deseas mejorar tu economía y administrar mejore tu dinero necesitas tener un presupuesto, y elegir el que pero siempre se adapte no sólo a tus necesidades, sino a tus habilidades.