En las revistas y sitios web, encontramos que ha habido grandes avances en materia de tratamientos y productos de belleza. Sin embargo, nada ha logrado desplazar a algunos clásicos que son bastante efectivos y además muy económicos.
Porque existen muchos que están al alcance de nuestra cartera, te presentamos algunos productos de belleza que no pueden faltar en tu tocador.
Cepillo corporal: Este puede ayudarnos en nuestro tratamiento diario de belleza, ya que tiene una función importantísima. Nos permite realizarnos la exfoliación en seco, que resulta una excelente manera de cuidar nuestra piel. Además, la desintoxica, activa el sistema linfático y previene la flacidez.
Talco: Uno de los productos clásicos de belleza en el taburete de nuestras abuelitas. Originalmente absorben la humedad y evitan irritaciones en la piel. Actualmente pueden ser utilizados para dar volumen y refrescar la raíz del cabello. Puedes aplicarlo a la raíz entre lavado y lavado o en medios y puntas para mejorar su textura.
Bolsa de agua caliente: Estas pueden ayudar a reducir la inflamación, dolores musculares, de espalda o menstruales, e incluso, para calentar la cama antes de acostarte y ayudarte a relajarte. Además, alivia los dolores digestivos ya que bloquea los mensajes de dolor que el estómago transmite al cerebro.
Crema NIVEA: Esta mezcla de pantenol y glicerina es otro de los productos clásicos de belleza que no te pueden faltar. Entre sus bondades puede ayudarte a desmaquillarte, fijar un peinado, prevenir las estrías durante el embarazo o como mascarilla para cabello.
Guante de crin: Este producto sirve para exfoliar la piel durante la ducha. Además, activa la circulación sanguínea y el drenaje linfático, lo que reduce el riesgo de padecer celulitis.
Muselinas de algodón: Antiguamente no existían toallitas desmaquillantes, así que se utilizaban muselinas de algodón. Estas son cuidadosas con nuestra piel ejercen una ligera acción exfoliante. Antes de usarlas, remójalas en agua caliente para abrir el poro y limpiar la piel a profundidad. Además, ayudan a mejorar la circulación.
Piedra pómez: Un básico. Su función principal –e importantísima- es ayudar a aliviar durezas y callosidades en los pies.