Uno de los propósitos que muchas mujeres tenemos iniciando o terminando cada año es la renovación de nuestra casa, ¿por qué quién no quisiera tener un hogar más bonito y mejorado?
Lamentablemente, sí decidiéramos realizar una remodelación, esto resultaría una inversión muy costosa y poco favorable para nuestra economía. Aunque esto no significa que no podamos hacer pequeñas cosas que le den un toque más moderno y bonito a nuestro hogar.
Crea un cambio con lo que tenemos
Podemos crear un cambio en nuestro hogar con cosas simples por ejemplo: reparar la perilla de una puerta o una lámpara de techo; cambiar un cristal o las llaves del baño; estar al pendiente de la humedad, fugas de gas o agua, etcétera.
Arreglar cualquier daño que pudiese afectar las instalaciones, estructura o la apariencia de la casa, es una forma de renovar tu hogar sin quedarte en ceros.
– Saca el presupuesto que tienes disponible
Este no debe de afectar tus otras necesidades (comida, salud, pagos de servicios, renta, combustible).
– Elige qué parte de tu casa deseas renovar
Lo más recomendable son los lugares más recurrentes, es decir, si estas acostumbrada a recibir visitas, pues lo mejor es darle un cambio a tu sala, comedor o terraza.
Pero si sueles recibir esporádicamente visitas, será mejor renovar un espacio en el que tú pases mayor tiempo, así te sentirás más a gusto ahí (tu habitación, terraza, estudio o sala pueden ser buenas opciones).
– Analiza el espacio y fíjate en las condiciones
Mira a detalle el espacio o la habitación a renovar y, ve descartando lo que se encuentre en malas condiciones. También enlista lo que si se puede “salvar”.
Por ejemplo en la sala, los sillones pueden estar en buen estado, pero tal vez andan sucios o el color se les ha ido, entonces podrías mandar a lavarlos o a retapizarlos y con esto creas un cambio enorme en tu sala.
Si algún mueble se encuentra roto o con termitas, será mejor desecharlo; así puedes ir encontrando que sí y que no.
– Cotiza precios en varios lugares
Siempre que vayas a hacer una compra, por más cansado o aburrido que sea es mejor que te tomes el tiempo necesario para ir a diferentes lugares, así podrás elegir el más conveniente para tu economía y mirar todas las opciones.
– Consulta a un especialista
Aunque tú misma vayas a hacer la renovación, es importante que preguntes a un albañil, pintor o hasta un decorador ¿cuánto material deberías utilizar? o ¿cómo sería mejor realizar los cambios?
Incluso podrías preguntar cuántas cubetas de pintura o qué parte de la habitación sería mejor renovar o necesitaría un cambio para que se note la diferencia.
Posiblemente no te dirán la cantidad real, pero si te podrán dar un aproximado así tu tendrás una idea y evitarás gastar de más.
– Siempre ten un extra
Por cualquier situación futura es importante que cuando decidimos hacer una mejora a nuestro hogar siempre tengamos en cuenta los detalles extras, es decir situaciones que no teníamos contemplado y que seguro se nos pueden presentar.
A pesar de planear con detenimiento los cambios que realizaremos, debemos intentar tener un “guardadito” para poder solucionar cualquier imprevisto.
– En última instancia recurre al finaciamiento
Si has analizado todo pero de plano no tienes el dinero suficiente, entonces es momento de acudir a tu banco o tienda departamental para poder realizar la mejora de tu casa.
Si tienes alguna tarjeta o préstamo bancario disponible, este momento podría ser el adecuado para utilizarlo, pero debes ser responsable y adquirir una deuda que seas capaz de pagar.
Por ninguna circunstancia debes endeudar más, así que si ya tienes muchas deudas o tienes una cuenta que tenga un saldo de un monto elevado ni lo pienses; será mejor esperar.
Renovar nuestro hogar y evitar quedar en ceros ¡es posible! incluso no hace falta invertir grandes cantidades de dinero en remodelaciones llamativas, más bien, debemos planear a detalle el cambio que realizaremos y tener en cuenta hasta los mínimos incidentes que se puedan presentar.